¿Tu Mac no arranca?

¿Tu Mac no se enciende, no reacciona o se queda atascado al arrancar? ¡No te preocupes! Este caso es similar a cuando un iphone no enciende: que no dé señales de vida, no significa que todo esté perdido. Es una problemática bastante común: en ocasiones, el iMac no responde en absoluto; otras veces, al iniciar el sistema se queda congelado en la carga de la manzana sin avanzar. Sea cual sea tu caso, en esta guía te contamos las causas más habituales y qué puedes hacer para intentar solucionarlo tú misma antes de acudir a un servicio técnico.

Un Mac que no enciende puede deberse a muchos factores. Puede ser un fallo de hardware, un conflicto de software, una batería completamente descargada o incluso algo tan simple como un cargador en mal estado. También puede tratarse de un problema con el disco de arranque o con el sistema operativo.

Si tu Mac no reacciona en absoluto al presionar el botón de encendido y no muestra luces ni sonido, lo primero que debes revisar es el enchufe y la toma de corriente. Asegúrate de que ambas partes del cargador funcionen correctamente: tanto el cable que va del adaptador al Mac como el que conecta el adaptador a la corriente. Prueba a sustituir una o ambas partes y verifica si el equipo reacciona. Si sigue sin responder, prueba con otro enchufe de la casa para descartar un fallo en la toma de corriente.

Una situación muy común es que tu Mac se quede cargando en la manzana sin pasar de ahí. Esto puede estar relacionado con archivos de sistema dañados, aplicaciones que bloquean el arranque o un sistema operativo corrupto. A veces es cuestión de paciencia, pero si después de unos minutos no arranca, seguramente el problema se deba a otros motivos.

El disco de arranque del Mac es la unidad que contiene el sistema operativo. Si hay un error en esa unidad o el sistema no la reconoce correctamente, el Mac no podrá arrancar con normalidad. Esto puede mostrar un icono de carpeta parpadeando, un signo de interrogación o dejar el equipo en una pantalla negra.

Pulsa la tecla Shift justo después de encender el equipo para entrar en modo seguro. Este arranque elimina cachés y solo carga lo esencial. Si funciona, puede que solo tengas que revisar las apps que se ejecutan al inicio.

Otra opción es arrancar desde un disco externo, ideal si el sistema interno está dañado. Necesitarás un disco con macOS instalado. Pulsa Option durante el arranque y selecciona el disco externo.

El SMC (System Management Controller) controla funciones básicas como batería y ventiladores. El reseteo del SMC depende del modelo, pero normalmente se hace apagando el equipo, manteniendo pulsadas Shift + Control + Option (lado izquierdo) + botón de encendido durante 10 segundos.

La NVRAM guarda configuraciones como la resolución de pantalla o el disco de arranque. Para restablecerla, apaga el equipo y, al encenderlo, mantén pulsadas Option + Command + P + R durante unos 20 segundos.

Si tu Mac no arranca, no carga o se queda congelado, y ya has probado los pasos anteriores, lo más probable es que se trate de un problema de hardware o de una instalación corrupta del sistema. En algunos casos, será necesario formatear el Mac o reinstalar macOS desde cero. También podría requerirse el reemplazo del disco SSD o una revisión de la placa base.

Recuerda que arrancar un Mac con disco externo puede ser útil no solo para reparar, sino también para rescatar archivos importantes antes de proceder a una reinstalación.

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