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El regreso de los móviles pequeños: tecnología y tendencias actuales
Lo que un día dejó de ser tendencia mañana será necesidad: O por qué los móviles con pantalla pequeña (¡o sin pantalla!) volverán a dominar el mercado.
Pasado en miniatura
Hace un cuarto de siglo, con el auge de la telefonía móvil y cuando la palabra movilidad tenía un significado literal, la tendencia se inclinaba por dispositivos más ligeros, pequeños, cómodos y con mayor autonomía.
El uso se limitaba a hacer llamadas y escribir mensajes de texto en SMS, por lo que el tamaño de las pantallas no era un condicionante para su propósito y una TFT monocromo de 101 x 54 pixeles, como la del Ericsson T39, era más que suficiente.
En tan solo un lustro, con la llegada de los smartphones (teléfonos inteligentes), los requisitos cambiaron. De la noche a la mañana los teléfonos podían enviar correos electrónicos, conectarse a la internet, reproducir música y películas, correr videojuegos, hacer fotografías y grabar vídeos…
Aun siendo fieles al concepto de movilidad, los fabricantes se valían de pantallas de poco más de 2 pulgadas para integrar toda la capacidad y potencia en un móvil pequeño, ligero, de altas prestaciones y con una buena autonomía. En este aspecto, el año 2004 Motorola sorprendió con su teléfono plegable Razr V3.
Cada día la tecnología evolucionaba exponencialmente: teléfonos más rápidos, con más memoria, con mejores cámaras, con GPS integrado y una mayor cobertura móvil gracias a redes 3G más veloces de hasta 14 Mbps de descarga y más de 5 Mbps de subida (esto era superior a lo que se ofrecía a muchas zonas geográficas vía terrestre por cable o fibra).
Ya fuese por trabajo o por ocio, estar enganchado a Internet era ya una realidad y usábamos más el móvil para jugar, ver vídeos en Youtube o compartir nuestras vivencias en las redes sociales que para hacer llamadas.
Los usuarios ocasionales de ordenadores dejaban de necesitar equipos de sobremesa e incluso portátiles cuando un “teléfono inteligente” hacía todo lo que necesitaban. Pero claro, pantallas de 2 ó 3 pulgadas no eran lo suficientemente grandes como para estar todo el día teléfono en mano siendo el dispositivo único, y la duración de las baterías no podía aguantar el ritmo que se les exigía; la gente pedía a gritos poder vivir enganchada a su móvil más cómodamente y durante más tiempo sin cargarlo.
Dispositivos como el Sony Ericsson P800 o el Motorola A925 de 2003, con pantalla táctil de 3 pulgadas, 3G y GPS, fueron los precursores de lo que estaba por llegar.
Los fabricantes se dieron cuenta de la demanda y la tendencia dio un cambio radical. Si aumentaban el tamaño de la pantalla podían albergar baterías más grandes y, por ende, mayor duración de uso, que es lo que el consumidor mayoritario quería (sí, ese consumidor que ya no quería tener un ordenador, que quería estar todo el día conectado a Internet y que, ocasionalmente, hacía llamadas telefónicas).
El móvil sustituiría entonces a los ordenadores y a las tablets, dando lugar al término “phablet”. Así que quien vendiese el móvil con la pantalla más grande tenía el éxito asegurado: La guerra de las pantallas grandes había comenzado.
De las “phablets” a los “foldables”
Hoy es difícil encontrar dispositivos “inteligentes” con pantallas pequeñas en el catálogo de novedades de las principales marcas.
Hay un tipo de consumidor que aún prefiere un smartphone que entre entero en un bolsillo, un terminal discreto y fácil de manejar con una mano, aunque eso conlleve una pérdida de prestaciones frente a sus hermanos mayores.
Quienes por su comodidad, peso o tamaño desean un móvil con pantalla de 6 pulgadas o menos tendrán que recurrir a dispositivos nuevos pero con varias generaciones de antigüedad o reacondicionados como los que nosotros te vendemos. Por ejemplo, Apple ofrecía una versión con pantalla de 5,4” para sus modelos iPhone 13 Mini y iPhone 12 Mini. Sin embargo, en sus dos últimos lanzamientos esa opción ya no existe, dejando únicamente en catálogo el modelo de iPhone SE de 2022 con pantalla de 4,5”, que comparte el diseño del iPhone 7 lanzado en 2016.
Si buscas un terminal pequeño con sistema operativo Android, el catálogo de móviles de menos de 6 pulgadas es algo mayor. De hecho, está habiendo un regreso al concepto de los teléfonos móviles plegables (“foldables”, en inglés), que permiten tener un mayor tamaño de pantalla en un espacio menor, como el Samsung Galaxy Z Flip que cerrado, con un grosor de sólo 17 mm, ocupa un espacio casi cuadrado de 85 x 72 mm dotando una pantalla en abierto de 6,7”.
Motorola ha actualizado su modelo Razr, su mítico móvil compacto, que con unas dimensiones de 74 x 88 mm y 16 mm de grosor plegado, posee una pantalla de 6,9” al desplegarse.
Actualmente, y a destacar por su tamaño y rendimiento, tienes disponible el Asus Zenfone 10 con pantalla de 5.9”.
Hacia un futuro de móviles sin pantalla
Es bastante probable que muy pronto veamos los móviles con grandes pantallas como vestigios de un tiempo remoto; unos aparatos toscos, pesados, incómodos e incluso ridículos a la vista.
Baterías más eficientes, la interoperabilidad entre dispositivos, una mayor velocidad de interconectividad entre ellos y una demanda masiva de complementos periféricos de interacción visual, como las gafas de realidad aumentada, la proyección holográfica e incluso los implantes, harán innecesarias las pantallas de los móviles.
Éstos serán meros terminales que funcionarán como estación base y, en todo caso, tendrán algún tipo de pantalla enrollable que, con el tamaño de un bolígrafo, cumplirán con todos los requisitos que cualquier usuario pueda demandar.
En Reparamos Ya tenemos el personal, los conocimientos y la experiencia para afrontar los retos del futuro. Hasta entonces, si lo que buscas es un teléfono cómodo, versátil y muy barato, te aconsejamos este Samsung Galaxy A40 de 5,9” reacondicionado.
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